Lo goleó 3-0 en medio de una capa de niebla que por momentos no dejó ver lo que pasaba en el campo de juego. El rojinegro jugó un buen primer tiempo pero en el segundo se durmió y se quedó afuera.
Se terminó el sueño. En Buenos Aires quedó sepultada la ilusión de Cúcuta de pelear por el título ante Gremio. El buen partido que hicieron los colombianos apenas duró 43 minutos cuando Juan Román Riquelme puso el 1-0 con un tiro libre de marca registrada Rubén Bustos.
Hasta ese entonces, Cúcuta controló todo. Dúmar Rueda se hizo sentir en el medio campo, Lionard Pajoy tuvo un par de escapadas en velocidad con las que puso en aprietos a los defensores xeneizes, Rubén Bustos estrelló un cobro de tiro libre en el palo y el portero Robinson Zapata salvó con atajadas de otro partido lo que hubiera sido una goleada mayor.
Era un partido digno, pese a que dos de los mejores hombres Macnelly Torres y Juan Manuel Martínez tuvieron un flojo desempeño.
El 1-0 de Riquelme mantenía clasificado a los colombianos. Sin embargo, en el segundo tiempo, se vio la peor versión de Cúcuta en esta Copa Libertadores. Rodrigo Palacio se paseo como quiso por las bandas, Hugo Ibarra tuvo libertad para lanzar los centros que quiso, Martín Palermo cabeceaba en el área sin permiso. De no ser por Zapata...
La niebla obligó a detener el partido por cinco minutos. Un respiro para el rojinegro, pero no para Boca que en el reinicio lo liquidó. Una falla en el área de Alex del Castillo permitió Clemente Rodríguez pusiera un pase preciso para Palermo que de cabeza puso el 2-0.
Con la eliminación a cuestas el equipo colombiano tuvo un par de opciones con David Córdoba, ¡que rápido que es este delantero! y otra con Pajoy que se perdió en el mano a mano con el portero Caranta.
Pero Boca, se repuso y Sebastián Batagglia de cabeza marcó el 3-0 a la salida de un tiro de esquina.
Al final, en medio de la bronca y de la impotencia, el técnico Jorge Luis Bernal tuvo una salida en falso. Lo traicionó el mal genio, algo raro en él y estuvo a punto de irse expulsado por entrar a la cancha.
Cúcuta merecía un mejor final, pero se encontró con un equipo que quiere revalidar su prestigio en Suramérica. Este Boca Juniors que de la mano de Riquelme quiere volver a ser el capo de América.
Hasta ese entonces, Cúcuta controló todo. Dúmar Rueda se hizo sentir en el medio campo, Lionard Pajoy tuvo un par de escapadas en velocidad con las que puso en aprietos a los defensores xeneizes, Rubén Bustos estrelló un cobro de tiro libre en el palo y el portero Robinson Zapata salvó con atajadas de otro partido lo que hubiera sido una goleada mayor.
Era un partido digno, pese a que dos de los mejores hombres Macnelly Torres y Juan Manuel Martínez tuvieron un flojo desempeño.
El 1-0 de Riquelme mantenía clasificado a los colombianos. Sin embargo, en el segundo tiempo, se vio la peor versión de Cúcuta en esta Copa Libertadores. Rodrigo Palacio se paseo como quiso por las bandas, Hugo Ibarra tuvo libertad para lanzar los centros que quiso, Martín Palermo cabeceaba en el área sin permiso. De no ser por Zapata...
La niebla obligó a detener el partido por cinco minutos. Un respiro para el rojinegro, pero no para Boca que en el reinicio lo liquidó. Una falla en el área de Alex del Castillo permitió Clemente Rodríguez pusiera un pase preciso para Palermo que de cabeza puso el 2-0.
Con la eliminación a cuestas el equipo colombiano tuvo un par de opciones con David Córdoba, ¡que rápido que es este delantero! y otra con Pajoy que se perdió en el mano a mano con el portero Caranta.
Pero Boca, se repuso y Sebastián Batagglia de cabeza marcó el 3-0 a la salida de un tiro de esquina.
Al final, en medio de la bronca y de la impotencia, el técnico Jorge Luis Bernal tuvo una salida en falso. Lo traicionó el mal genio, algo raro en él y estuvo a punto de irse expulsado por entrar a la cancha.
Cúcuta merecía un mejor final, pero se encontró con un equipo que quiere revalidar su prestigio en Suramérica. Este Boca Juniors que de la mano de Riquelme quiere volver a ser el capo de América.
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